Criminóloga y Licenciada en Derecho,
Adscrita a la Brigada Central de Delitos Telemáticos.
El jueves 21 de enero de 2016 fue sustraído un teléfono móvil en la clase de 2ºA.
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| El lugar del delito |
A las 09:25 teníamos Educación Física con Miguel, el profesor. Poco antes, Ángela había sacado el móvil para buscar información sobre un trabajo que estábamos llevando a cabo. Instantes después, lo guardó en el bolsillo lateral de su mochila sin cremallera. A continuación, bajamos al patio.
Desde ese instante Ángela se despreocupó del teléfono móvil. A última hora, en la clase de Religión, cuando fue a sacarlo para buscar información, ya no se encontraba donde lo había dejado. Nadie en la clase sabía nada.
Se trataba de un teléfono marca Samsung Galaxy Grand Prime.
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| Este fue el smartphone sustraído |
Algunos compañeros fueron preguntando por todas las clases de Secundaria y Bachillerato por si alguien lo había visto o sabía algo del incidente. La tutora interrogó a algunos sospechosos. Después de una semana y media de investigación, no se encontraron pruebas ni culpables.
Pese a nuestras pesquisas, el autor o autores de los hechos no han podido ser descubiertos a la hora de redactar estas líneas. Nos consta que se ha hecho entrega del número de serie e IMEI a la policía por si puede hacer un seguimiento informático. En la actualidad sabemos que existe una brigada de las fuerzas de seguridad especializada en este tipo de delitos.
Solo nos queda esperar que estas situaciones no se vuelvan a repetir y podamos seguir conviviendo sin sobresaltos.
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